TÍTULO ORIGINAL: Unknown
AÑO : 2011
DURACIÓN : 113 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR :Jaume Collet-Serra
GUIÓN :Oliver Butcher, Stephen Cornwell (Novela: Didier Van Cauwelaert)
MÚSICA :John Ottman, Alexander Rudd
FOTOGRAFÍA :Flavio Martínez Labiano
REPARTO :Liam Neeson, January Jones, Diane Kruger, Aidan Quinn, Frank Langella, Bruno Ganz, Sebastian Koch, Karl Markovics
PRODUCTORA :Dark Castle Entertainment / Warner Bros. Pictures
Mientras se encuentra con su mujer de visita en Berlín, el doctor Martin Harris (Liam Neeson) sufre un accidente de tráfico y entra en un prolongado estado de coma. Cuando se despierta, comprueba alarmado que alguien ha usurpado su personalidad. Entonces emprenderá, con la ayuda de una mujer (Diane Kruger), una frenética investigación para averiguar la verdad de lo que está sucediendo.

La coraza externa de la trama es bastante previsible y aunque nuestras sospechas acaban siendo ciertas, no consigues vislumbrar el final con toda claridad. Usa todos los tópicos de este tipo de películas, pero la disposición del entramado es totalmente factible para tenernos atentos e intrigados.
En cierto momento de la película te aclaran, sin concesiones, el porque de ese robo de identidad, pero la resolución de la trama no se intuye con claridad hasta llegar al final. Serra dispone bien esos elementos, de tal forma que aunque al final puede parecer que todo se le escapa de las manos, sin embargo como realizó con La Huerfana, no llega a ese punto catastrófico, en el que muchas otros thrillers acaban siendo un cubo de rubik pero sin sus tornillos internos. Aquí todo resulta mucho mas sencillo, pero mucho más interesante.
El reparto, sencilla y llanamente no podría haber sido mejor escogido. Nesson es un pedazo de actor y su personaje resulta un tanto enigmatico. La otra mitad del combo la conforma Diane Kruger, además de guapa, no lo hace nada mal. La vimos en Malditos Bastardos de Tarantino, aunque allí parecía mayor que en esta. Su doblaje es muy similar al usado en la película de Quentin. Teniendo en cuenta que los doblajes con acentos suelen patinar, no está mal. Y Bruno Ganz, que lo vimos haciendo de Hitler en El Hundimiento, se marca una actuación antológica, en el papel de ex-agente secreto retirado. Si me tuviera que imaginar al personaje, sería él.
Serra sigue sin innovar en los elementos, usa los miles de cliches, pero los dispone y distribuye con gran acierto. No voy a decir que estamos ante una gran película, pero resulta suficientemente entretenida. Te mantiene atento y con una buena dosis de interés sobre los hechos, durante todo su metraje. Creo que Serra es un director a tener en cuenta, demuestra que se puede hacer buen cine, sin recurrir a lo que se hace por aquí, la comedía de turno con lios de faldas.

Recientes declaraciones sobre su próximo proyecto Harker, una revisión a la novela de Drácula de Bram Stoker, "Es un guión complicado porque es una nueva versión de Drácula que es muy poco respetuosa con el libro, es decir, que la gente me va a odiar (risas) Lo que queremos es dar un golpe de efecto con el mundo de Drácula y los vampiros. Hay un grupo de personas que estamos un poco hartos del vampirito de trece años, metrosexual… Queremos traer algo un poco más friki, más bestial… que dé miedo de verdad y que no sea tan romántico.” sinceramente viendo lo que hizo en La Huerfana me ponen los pelos de punta.
Volviendo a Sin Identidad, solo me queda recomendar su visionado pues a pesar de la sensación de deja Vu, el resultado es bastante bueno.
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