TÍTULO ORIGINAL: The Stranger
AÑO: 1946
DURACIÓN: 95 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Orson Welles
GUIÓN: Anthony Veiller (Novela: Victor Trivas)
MÚSICA: Bronislau Kaper
FOTOGRAFÍA: Russell Metty (B&W)
REPARTO: Orson Welles, Loretta Young, Edward G. Robinson, Philip Merivale, Richard Long, Konstantin Shayne, Billy House
PRODUCTORA: International Pictures / RKO Pictures
PREMIOS 1947: Oscars: Nominada al mejor guión
1947: Festival de Venecia: Nominada al León de Oro
Wilson, un agente de la comisión de crímenes de guerra, está buscando a Franz Kindler, uno de los cerebros de los campos de exterminio nazis, que ha conseguido huir sin dejar huellas. Siguiendo la pista de un antiguo camarada de Kindler llega hasta Harper (Connecticut), donde es asesinado antes de poder identificar al fugitivo. La única pista que le queda es la fascinación del criminal nazi por los relojes antiguos.
El nombre de Orson Welles es de sobras conocido, a parte de su versatilidad como artista es famoso por su prematuro debut en el mundo del cine con Ciudadano Kane. Welles era muy personal, meticuloso y grandilocuente en sus proyectos, aunque siempre hay excepciones. Tras finalizar la segunda guerra mundial, Orson Welles bajo contrato con la RKO, no disponía de una buena relación con la maquinaría cinematográfica de Hollywood. Se le propuso la dirección de la película The Stranger aprovechando la temática social que por entonces acontecía, Welles aceptó y se amoldó a las condiciones, se ajustó al presupuesto, límite de tiempo y exigencias.

Según palabras del propio Welles, esta fue su peor película, incluso se desvinculó del guión y la película sufrió un recorte de 20 minutos por parte de producción. Aún así, la película es muy notable, Welles demostró ser un excelente artesano y que aunque una película sea por encargo y llena de imposiciones, es capaz de hacer de ello un gran producto que funcionó muy bien en taquilla. Una particularidad de esta película es que está rodada con una inmensa sobriedad, en comparación con otras de sus obras. De todos modos, la gran narrativa visual en conjunto con el gran trabajo de fotografía de Russell Metty, consiguen grandes momentos durante toda la película. La parte floja puede aparecer en algunos detalles del guión, donde el comportamiento y reacciones de algunos personajes, puede resultar un poco inverosímil respecto a la construcción del propio personaje. Pero no es nada alarmante, son esos pequeños, por no decir minúsculos "peros" que pueden sacarse, en este caso, de una muy buena película.

La película nos envuelve con una trama intensa, bien narrada y estructurada. Un gran dominio contenido de los elementos visuales que requiere este género, con un cumulo de pequeños detalles que engrandecen la película. Las actuaciones también está muy conseguidas, el propio Welles muestra parte de su talento interpretativo. El detective interpretado por Edward G. Robinson es un personaje intenso y con mucha fuerza, el contrapunto dramático cae sobre Loretta Young, completamente cegada de amor. Lo mejor es que hay varios personajes secundarios con poca, aunque importante relevancia en la historia, pero con un carisma que consigue enriquecer a la historia.

Donde también hay una gran importancia es en la recreación del reloj de la torre, una reconstrucción especial para la película, donde algunos de los planos con la ayuda de la luz, muestran una gran narrativa e ingenio en el desarrollo de los hechos. La banda sonora es la justa que puede necesitarse para la película, no destaca por encima de muchas otras de la época, pero está ajustada de forma más que correcta para cada momento y situación. The Stranger es una historia sobre el nazismo dentro de una intensa trama policíaca con historia de amor incluida. Se puede decir que es una película menor en la filmografía de Orson Welles, sobre todo por sus declaraciones, pero no deja de ser una gran película que hará pasar un rato intenso y agradable de buen cine.
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