TÍTULO ORIGINAL: Sinister
AÑO: 2012
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Scott Derrickson
GUIÓN: Scott Derrickson, C. Robert Cargill
MÚSICA: Christopher Young
FOTOGRAFÍA: Chris Norr
REPARTO: Ethan Hawke, Vincent D'Onofrio, James Ransone, Fred Dalton Thompson, Clare Foley, Victoria Leigh
PRODUCTORA: Automatik Entertainment / Blumhouse Productions / Possessed Pictures
Un periodista viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia, encuentra una cinta que desvela horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.
Scott Derrickson dirige y escribe el guión junto a C. Robert Cargill, debutante en ese campo. Es complicado ver como hacen falta dos personas para escribir semejante guión plagado de tópicos, en el que no hay que devanarse mucho el cerebro.
Pues bien, entre ambos nos ofrecen una película que se sirve de todos los clichés del género hasta la saciedad, pero sin la efectividad deseada, o como mínimo esperada. Scott ha dirigido el nefasto remake de Ultimátum a la Tierra y la pobre El Exorcismo de Emily Rose, que si bien ésta última tenía algún momento interesante, es una película para olvidar fácilmente, ni siquiera recordaba al escribir estas líneas si la había visto o no.
Sinister cojea del mismo pie, una cinta de terror demasiado estándar y muy esquemático, que tiene algún momento interesante, sí, pero no aporta inquietud o terror al espectador. El ratio de efectividad de los sustos es 2 sobre 5.
Aunque, curiosamente y a pesar de que algún momento roza el ridículo, como el del hijo de saliendo de la caja o los niños asesinados anteriormente en la casa que mandan guardar silencio al protagonista y de paso al espectador, idea graciosa, pero ridícula en su contexto. A pesar de sus desaciertos, la cinta consigue mantener un mínimo de interés en el espectador. Incluso el incidente durante la proyección en el Auditori del Festival de Sitges, al irse la luz, y que duró diez minutos, no consiguió hacerme perder el hilo de la película. ¿Será que Bughuul nos hipnotizó a través de las imágenes?.
Las interpretaciones son correctas, pero poco equitativas. Ellison Oswalt el padre de familia y escritor obsesionado con superar su mejor novela, es interpretado por el solvente Ethan Hawke (Asalto al Distrito 13, El Señor de la Guerra), y creo que el interés que mantenemos es en parte gracias a su notable interpretación, él lleva el peso de la película.
El resto de la familia están ahí porque tienen que estar, la historia así lo requiere. Compuesta por Tracy, la mujer de Ellison. Encarnada por la desconocida Juliet Rylance, que se sirve de una interpretación clásica, el momento a destacar es la pelea verbal entre Ellison y ella, momento en que se luce a la altura de Ellison, pero la sensación es de…esto ya lo he visto antes. Los críos Trevor y Ashley interpretados por Michael Hall D’addario y Clare Foley, respectivamente, vienen del mundo televisivo. Ambos no destacan demasiado a lo largo de la cinta, -lo que voy a decir no lo considero spoiler porque con el tráiler ya te cuentan esa supuesta sorpresa, aunque, si quieres salta al siguiente párrafo- son simples personajes que están cumpliendo la labor de víctimas de Bughuul, que se lleva a los niños al inframundo.
Vincent D’Onofrio que lo hemos visto en una excelente interpretación en Chained, realiza una breve aparición –vía Skype- cómo el profesor Jonas, que indicará a Ellison que está sucediendo en la casa, nada destacable, podrían haber puesto al frutero de la esquina. Eso me recuerda, salvando distancias, a la elección de Guy Pearce para Prometheus, que sale más bien poco y maquillado de tal forma que es irreconocible. ¿Hasta qué punto la industria paga un actor conocido para tan poca relevancia o irreconocible aparición en escena? No hay quien lo entienda.
El encargado de la banda sonora es Christopher Young con una larga carrera como compositor, ha orquestado clásicos como Hellraiser, Pesadilla en Elm Street 2: la venganza de Freddy o la La mosca II entre otras. Además de obras más recientes como Arrástrame al infierno o la propia obra de Scott; El exorcismo de Emily Rose. Una banda sonora efectista, aunque muy lineal y tan o más tópica que los propios sustos. Una cinta entretenida de un solo visionado, argumento y desenlace que roza el larguero cual balón de fútbol. La recomiendo tan solo para una tarde cualquiera, en la que no tengáis nada más que hacer.

AÑO: 2012
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Scott Derrickson
GUIÓN: Scott Derrickson, C. Robert Cargill
MÚSICA: Christopher Young
FOTOGRAFÍA: Chris Norr
REPARTO: Ethan Hawke, Vincent D'Onofrio, James Ransone, Fred Dalton Thompson, Clare Foley, Victoria Leigh
PRODUCTORA: Automatik Entertainment / Blumhouse Productions / Possessed Pictures
Un periodista viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia, encuentra una cinta que desvela horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.
Scott Derrickson dirige y escribe el guión junto a C. Robert Cargill, debutante en ese campo. Es complicado ver como hacen falta dos personas para escribir semejante guión plagado de tópicos, en el que no hay que devanarse mucho el cerebro.
Pues bien, entre ambos nos ofrecen una película que se sirve de todos los clichés del género hasta la saciedad, pero sin la efectividad deseada, o como mínimo esperada. Scott ha dirigido el nefasto remake de Ultimátum a la Tierra y la pobre El Exorcismo de Emily Rose, que si bien ésta última tenía algún momento interesante, es una película para olvidar fácilmente, ni siquiera recordaba al escribir estas líneas si la había visto o no.
Sinister cojea del mismo pie, una cinta de terror demasiado estándar y muy esquemático, que tiene algún momento interesante, sí, pero no aporta inquietud o terror al espectador. El ratio de efectividad de los sustos es 2 sobre 5.
Aunque, curiosamente y a pesar de que algún momento roza el ridículo, como el del hijo de saliendo de la caja o los niños asesinados anteriormente en la casa que mandan guardar silencio al protagonista y de paso al espectador, idea graciosa, pero ridícula en su contexto. A pesar de sus desaciertos, la cinta consigue mantener un mínimo de interés en el espectador. Incluso el incidente durante la proyección en el Auditori del Festival de Sitges, al irse la luz, y que duró diez minutos, no consiguió hacerme perder el hilo de la película. ¿Será que Bughuul nos hipnotizó a través de las imágenes?.
Las interpretaciones son correctas, pero poco equitativas. Ellison Oswalt el padre de familia y escritor obsesionado con superar su mejor novela, es interpretado por el solvente Ethan Hawke (Asalto al Distrito 13, El Señor de la Guerra), y creo que el interés que mantenemos es en parte gracias a su notable interpretación, él lleva el peso de la película.
El resto de la familia están ahí porque tienen que estar, la historia así lo requiere. Compuesta por Tracy, la mujer de Ellison. Encarnada por la desconocida Juliet Rylance, que se sirve de una interpretación clásica, el momento a destacar es la pelea verbal entre Ellison y ella, momento en que se luce a la altura de Ellison, pero la sensación es de…esto ya lo he visto antes. Los críos Trevor y Ashley interpretados por Michael Hall D’addario y Clare Foley, respectivamente, vienen del mundo televisivo. Ambos no destacan demasiado a lo largo de la cinta, -lo que voy a decir no lo considero spoiler porque con el tráiler ya te cuentan esa supuesta sorpresa, aunque, si quieres salta al siguiente párrafo- son simples personajes que están cumpliendo la labor de víctimas de Bughuul, que se lleva a los niños al inframundo.
Vincent D’Onofrio que lo hemos visto en una excelente interpretación en Chained, realiza una breve aparición –vía Skype- cómo el profesor Jonas, que indicará a Ellison que está sucediendo en la casa, nada destacable, podrían haber puesto al frutero de la esquina. Eso me recuerda, salvando distancias, a la elección de Guy Pearce para Prometheus, que sale más bien poco y maquillado de tal forma que es irreconocible. ¿Hasta qué punto la industria paga un actor conocido para tan poca relevancia o irreconocible aparición en escena? No hay quien lo entienda.
El encargado de la banda sonora es Christopher Young con una larga carrera como compositor, ha orquestado clásicos como Hellraiser, Pesadilla en Elm Street 2: la venganza de Freddy o la La mosca II entre otras. Además de obras más recientes como Arrástrame al infierno o la propia obra de Scott; El exorcismo de Emily Rose. Una banda sonora efectista, aunque muy lineal y tan o más tópica que los propios sustos. Una cinta entretenida de un solo visionado, argumento y desenlace que roza el larguero cual balón de fútbol. La recomiendo tan solo para una tarde cualquiera, en la que no tengáis nada más que hacer.
Puntuación





















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