TÍTULO ORIGINAL: Srpski film (A Serbian Film)
AÑO: 2010
DURACIÓN: 104 min.
PAÍS: Serbia
DIRECTOR: Srdjan Spasojevic
GUIÓN: Srdjan Spasojevic, Aleksandar Radivojevic
MÚSICA: Sky Wikluh
FOTOGRAFÍA: Nemanja Jovanov
REPARTO: Srdjan Todorovic, Sergej Trifunovic, Jelena Gavrilovic, Katarina Zutic, Slobodan Bestic, Ana Sakic, Lena Bogdanovic, Luka Mijatovic, Andjela Nenadovic
PRODUCTORA: Contra Film / Jinga Films
Milo, una estrella del porno ya retirada que vive con su mujer y su hijo, está pasando por apuros económicos. Una cita con una antigua compañera de rodaje, la pornostar Layla, le presenta la oportunidad de trabajar con un tipo llamado Vukmir en su nueva película de porno experimental. Milos acaba aceptando sin saber exactamente lo que va a rodar y acaba sumergido en una tormenta de depravación violencia, snuff, pedofilia y drogas que lo dejan en un abismo de locura.
Llegando a las puertas de la nueva edición del Festival de cine fantástico de Catalunya Sitges 2011, esperamos que este año sea mejor que el anterior y ver si no se desata ninguna polémica con alguna de las películas que se presentan a proyección. El año pasado se armó revuelo tras las proyecciones de A Serbian Film en el festival de Sitges, provocando una demanda judicial por parte de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) que alegaba actuar en defensa de los menores, ganas de apuntarse alguna medallita. La cuestión desenbocó en que la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián no pudo proyectar la cinta porque un juez prohibió las proyecciones a instancias de la demanda, pero eso se llama censura. Por ese motivo una película que hubiera pasado desapercibida más allá de pequeños circulos, se convirtió en el acontecimiento cinéfilo del año. La cuestión es que A Serbian Film es una película engendrara para provocar polémica y por lo menos en nuestro país lo consiguió, al final será verdad eso de: Spain is different.

Fuera de la controversia de los límites de la moralidad en el cine, que no tiene porqué haberlos pues no deja de ser ficción, debe existir la libertad tanto de expresión como de libre elección; la película termina siendo valorada por lo que muestra y no por como lo muestra. Lo primero es tener en cuenta que hay una generación de cineastas serbios que han vivido los crudos horrores de la guerra de Ex Yugoslavia, donde han habido campos de concentración, humillaciones a la población civil y la muerte como algo cotidiano. Así que, esta película no deja de ser una crítica hacia las condiciones de su propio país y toda su corrupción degenerativa. Por ese motivo la película es moralista respecto a estos hechos, los condena, no hay ningún tipo de apología ni intención de excitar, solo gritar de forma visceral que en Serbia te "joden" desde que naces.

Como película, que al fin y al cabo es lo importante, no es nada del otro mundo. Lo primero es dejar claro que funciona más el boca a boca, cuando ves la película te das cuenta que no es para tanto, incluso resulta algo ridículo por la exageración. Algo de lo más destacado es la fotográfia, hay muchos planos que están muy bien elaborados. El maquillaje y caracterización del reparto tienen momentos que están francamente logrados. El montaje, algo estrafalario llegando al final también está bien. Si la película resulta que tampoco está tan mal, pero juega con ver quien la suelta más gorda y cae en la exageración paródica. El director Srdjan Spasojevic sale bastante bien parado por ser su debut, ahora bien, la película fascinará por su explicito contenido y lo radical de su contexto, por lo mismo habrán personas que la repudien por esos mismos motivos. Srdjan Spasojevic se abre camino haciendo mucho ruido, puede ser como una estrella que brilla de forma muy intensa, pero que se termina apagando del todo.

El reparto de actores está bastante bien, a excepción de secundarios y figurantes los actores principales cumplen, sobre todo el protagonista Srdjan Todorovic. El ritmo narrativo no es muy bueno y los hechos que van aconteciendo durante la película son previsibles, aunque tampoco se pretendía sorprender a nadie a nivel argumental, más bien la intención era molestar de forma moral. Personas aprensivas lo pueden pasar muy mal con esta película, pero si la ven hasta el final es porque en el fondo han querido. Quienes disfruten con las exageración, lo retorcido y lo bizarro, están de enhorabuena. La verdad es que la película crea más escepticismo que otra cosa, tanta exageración provoca que aquello más desagradable y aterrador termine siendo incluso ridículo. Donde se lleva la palma es en el apartado sonoro, la mezcla de sonido y la progresión de la banda sonora según avanza la película hacia su clímax, está muy bien, sobre todo el tema principal Srpski film theme que puede escucharse de forma integra en los créditos finales.
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