TÍTULO ORIGINAL: Pig
AÑO: 2010
DURACIÓN: 70 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Adam Mason
GUIÓN: Adam Mason, Andrew Howard
FOTOGRAFÍA: Aaj Satan
GUIÓN: Adam Mason, Andrew Howard
FOTOGRAFÍA: Aaj Satan
MÚSICA: Tim Worman, Phil Bloomberg
REPARTO: Molly Black, Guy Burnet, Andrew Howard, Lorry O'Toole, Juliet Quintin-Archard
PRODUCTORA: Pig Pictures
El realizador británico Adam Mason tiene poco de convencional y nada de acomodaticia. Pig, su última película, nos muestra su lado más radical, un experimento en el terror más crudo rodado casi por completo en una sola toma y protagonizado por un individuo claramente perturbado (Andrew Howard) que somete, tortura y asesina a sus víctimas en un paraje quemado por el sol. Un alienante tour de force, tan incómodo, violento y visceral que no puede dejar a nadie indiferente.
PRODUCTORA: Pig Pictures
El realizador británico Adam Mason tiene poco de convencional y nada de acomodaticia. Pig, su última película, nos muestra su lado más radical, un experimento en el terror más crudo rodado casi por completo en una sola toma y protagonizado por un individuo claramente perturbado (Andrew Howard) que somete, tortura y asesina a sus víctimas en un paraje quemado por el sol. Un alienante tour de force, tan incómodo, violento y visceral que no puede dejar a nadie indiferente.

El primer día del festival Sitges 2010 ya dieron comienzo las primeras sesiones nocturnas. En la primera maratón de bienvenida, como no, en el cine El Retiro, para mí el más autentico aunque menos glamuroso del festival, se proyectaron cuatro películas: Captif, The Possession of David O'Reilly, Blood River y la que pasamos a comentar, una locura llamada Pig. Fue la última película de la maratón y se puede decir, que la más sorprendente. La impresión que puede dar está película es negativa, alguien que la vea sin saber nada sobre ella la causará repulsión y es posible que bajo un prejuicio justificado, piense que el director sea alguien sin mucho conocimiento del medio, que intenta abrirse paso llamando la atención de una forma desesperada. Pues aunque tampoco sea un dato importante y una cosa no tenga nada que ver con la otra, el realizador de esta película, Adam Mason, es licenciado en la escuela internacional de cine de Londres, lleva más de 12 años trabajando, dispone de 9 películas como director, auto-produciéndose y escribiendo guiones. En un principio no tendría la necesidad de llamar la atención con una película de este estilo, aunque lo que si conseguirá, de forma irremediable, es que para bien o para mal, se hable de él.

Su trayectoria como cineasta no fue un camino de rosas, Adam Mason comentó en entrevistas durante el festival como a sufrido muchos desengaños en la industria del cine. Tras acumular diversas frustraciones, odio y rabia, él mismo describe su película como una especie de venganza particular o desahogo, para ello utilizó las siguientes palabras:
“es una película
repugnante, construida a base de
puro desprecio"
Lo más inverosímil de todo es que la película dispone de un buen resultado final, está trabajada y te hace dudar si en algunos momentos lo que ocurre es premeditado o pura improvisación. Gran parte de ello se debe a la fantástica actuación de su actor fetiche Andrew Howard. La particularidad del film es estar rodado en un solo plano secuencia, solo al final apreciaremos un pequeño montaje para poder explicar un desenlace, que otorga algo de sentido a la película. Las cosas no son lo que parecen y está película es un ejemplo de ello. Bien pensada y con algunos planos buscados con ingenio, tenemos un desarrollo de la acción trepidante en el que nunca deja de pasar algo. La película es repetitiva, pero consigue tenerte a la expectativa, parte de ello por una magnifica banda sonora, rítmica e hipnótica. Esta película opta por ser una candidata del festival como película más extrema dentro de la sección MIDNIGHT X-TREME. Aunque tiene seria competencia, no deja de ser una arriesgada apuesta para quien sienta un morbo especial por este tipo de experimentos audiovisuales.
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