AÑO: 2009
DURACIÓN: 112 min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Oliver Parker
GUIÓN: Toby Finlay (Novela: Oscar Wilde)
MÚSICA: Charlie Mole
FOTOGRAFÍA: Roger Pratt
REPARTO: Ben Barnes, Colin Firth, Rebecca Hall, Rachel Hurd-Wood, Ben Chaplin, Emilia Fox, Caroline Goodall, Fiona Shaw, Maryam d'Abo, Douglas Henshall, Michael Culkin, Johnny Harris
PRODUCTORA: Ealing Studios / Fragile Films
Un apuesto caballero londinense llamado Dorian Gray, obsesionado con la idea de una eterna juventud. Una estatua de un dios egipcio le concede el deseo de permanecer siempre joven mientras un retrato suyo envejece. En torno a este insólito fenómeno se desencadenan una serie de asesinatos cuyo secreto se oculta tras este enigmático cuadro.
Nueva readaptación de la novela de Oscar Wilde, de la que no puedo pronunciar mí veredicto si mantiene el espíritu de la novela, lo siento, no soy aficionado a la lectura. Lo que sí puedo decir es que la estética del cine actual se hace partícipe y recrea escenarios con gran delicadeza, otorgando un impecable aspecto visual al estilo del Fantasma de la Opera de Joel Schumacher y los lúgubres escenarios de Sweeney Tood de Tim Burton, aunque, hoy en día con el avance digital tan grande, es bastante más fácil crear amplios y logrados escenarios, que años atrás.
El arranque del film es algo lento y provoca cierto desinterés desde el principio y que aumentando un poco a partir de que el cuadro empieza a pudrirse, en momentos tan avanzados, el retrato recuerda a los zombis de Fulci un detalle de mí mente torturada por el cine Italiano, aunque, por supuesto, el resto poco tiene que ver.

La película técnicamente tiene un nivel alto que junto a la banda sonora, no se le puede rebatir que está bien hecha, pero no hay que olvidar que sin un buen guión una historia puede irse por el retrete. En este caso, no está mal contado pero la historia no termina de arrancar como debería, muchos altibajos durante el recorrido de la historia, que hacen que perdamos el interés tan rápido que lo recobremos en la siguiente escena.
Y es que al final lo que un espectador espera no es únicamente un perfecto e impecable aspecto visual, que lo tiene, sino que también se nos cuente algo interesante y no tengamos que estar esperando a ver si pasa alguna cosa para retomar nuestro interés. Un fallo se podría haber resuelto echando mano a la tijera en la sala de montaje reduciendo su duración.
Argumentalmente su mayor interés para mí, resultó ser la parte crítica a la alta sociedad, con una escena inspirada en el baile de disfraces de Eyes Whide Shut, donde el mundo real parece desvanecerse en una orgía de placer, drogas y alcohol.
Un producto entretenido pero que no va a pasar a ser recordado fácilmente en una lista de clásicos dentro unos años.
Puntuación

COMMENTS