AÑO: 2007
DURACIÓN: 86 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Bruce Campbell
GUIÓN: Mark Verheiden
MÚSICA: Joseph LoDuca
FOTOGRAFÍA: Kurt Rauf
REPARTO: Bruce Campbell, Ted Raimi, Mike Richardson, Casey Larios, Dani Kelly, Jeff Hunter, Adan Boyd, Mike Estes, Janelle Farber, Kieran Henthorn, Dan Hicks, Michael Kallio, David Moore, Ellen Sandweiss, Grace Thorsen
PRODUCTORA: Dark Horse Entertainment / Image Entertainment
Un pequeño pueblo es asediado por un grupo de demonios después de que unos adolescentes desaten una antigua maldición. Los habitantes recurrirán al actor Bruce Campbell y se verá inmerso en una película de Serie-B. Pese a sus protestas y su intento de convencer a los habitantes de que tan sólo es un actor, se verá obligado a convertirse en el heroico personaje que suele interpretar y salvar al pueblo.
Todo buen amante del género de terror, que se precie a sí mismo, debe ser conocedor de Posesión infernal, obra mítica del género dirigida por Sam Raimi. Con dos secuelas a sus espaldas -la segunda parte fue un remake/secuela y la tercera una 'fiesta' con momentos plenamente fantásticos. Ambas adquirieron un tono de comedia mezclado con el terror en muy buenas proporciones, aunque mi preferida sigue siendo la original. A pesar de ser conocida como trilogía, las secuelas se alejaban del terror puro y duro que tenía la original, siendo una de las películas que más pesadillas me produjo en mi infancia.
Cuando se anuncio que se iba a realizar una cuarta entrega de nuestro querido Ash (Bruce Campbell), la verdad, me hizo bastante ilusión. Su argumento parecía divertido y ciertamente original, incluso el propio Campbell que se supone se interpreta a sí mismo, aunque yo dudo bastante que el actor sea así en la vida realponía mucha ilusión en el proyecto. Éste se verá inmerso en una historia de fantasmas similar a cualquier película japonesa del estilo Zu, guerreros de la montaña mágica, sin duda prometía diversión y degeneración visual y argumental, de la talla mostrada en la tercera entrega, lamentablemente no es así.
No esperaba una gran película, pero la decepción ha sido tremenda. Su principal fallo reside en quererla hacer extremadamente graciosa, tanto que se les va de las manos. La culpa la tiene el zafio guión que contiene bromas bastante propias para una teen movie americana. La intención de auto parodiar al propio personaje me gusta, pero se vuelve demasiado ridículo.
Además, recurre a todos los tópicos vistos en miles de cintas, el típico personaje egoísta que no quiere ayudar al pueblo, pero al final éste encuentra su destino, convirtiéndose en el héroe que vence a los malos, consigue a la chica y todos comen perdices.
Los efectos especiales que prometían diversión a raudales, fallan en su cometido, falta más gore y más sangre, o como mínimo, un poco más de acción y ritmo. Pero nada de esto se cumple y aunque hay unas cuantas decapitaciones, me han sabido a poco. El malo podría haber subsanado parte del imperdonable error, pero su falta de carisma, estropea más el resultado. Parece un villano de los Power Rangers.
La banda sonora no está mal, pero es fácilmente olvidable. En el apartado técnico la cámara se mueve bien en un entorno muy acorde con la serie B. Lo más destacable es la fotografía, adquiere cierta similitud en las escenas nocturnas con la primera entrega de la saga, aunque sin producir ni un mínimo atisbo de terror, si bien, resulta nostálgico
El final en tono de comedia absurda "juega" con el espectador intentando divertir al público, pero a esas alturas ya ni siquiera el desenlace consigue remontar semejante despropósito. He intentado buscar motivos a donde agarrarme para salvar la película, pero no los encuentro. Una cuarta entrega que prometía ser una "fiesta" de la serie B a la altura de la desmadrada tercera parte, sin embargo, Bruce deja al espectador con un pie en cada lado. Sólo recomendable para ultra fans de la saga.
Puntuación


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