Aunque no reinventa nada, otra de las simpáticas propuestas que han desfilado por el 50 aniversario del Festival de Sitges este 2017 y recién terminado certamen, es Happy Death Day. El film ha conseguido una sorprendente y rápida distribución y, el próximo 10 de noviembre aterriza en las carteleras de nuestro país, rebautizada como Feliz día de tu muerte.
Recordemos que algunas películas han tardado más de dos años en llegar a salas comerciales, y otras, nunca han llegado. Aunque, ya veremos con qué cuota de proyección lo hace Happy Death Day.
Dirigida por Christopher Landon director de Zombie Camp y Paranormal Activity: Los señalados y co-escrita junto a Scott Lobdell, guionista de la serie de animación de X-Men para la pequeña pantalla entre 1993 y 1996, la película es un cruce entre Atrapado en el tiempo, El efecto mariposa y Scream. Pero Landon apuesta, en clave de comedia, por el horror teen propio de la década de los 90.
Una joven estudiante universitaria reconstruye el día de su asesinato reviviendo tanto los detalles cotidianos como su aterrador final hasta intentar descubrir la identidad de su asesino.
La puesta en escena muy bien llevada, utiliza todos los tópicos del slasher de finales del siglo XX, films como la ya mencionada Scream o Sé lo que hicisteis el último verano son una fuente de inspiración en la estética y ambientación. Aunque, su parte más fantástica desmarca el conjunto del tono realista característico, la película es realmente entretenida.
Estéticamente luce muy bien y ya sabemos, si tiene éxito, cuál será la máscara de por decisión popular los venideros carnavales y halloween. La película utiliza el karma para hacer evolucionar el personaje principal interpretado muy solventemente por Jessica Rothe (La La Land). En este aspecto, la serie Me llamo Earl tiene peso en algunas situaciones de la película, aunque las cosas mal hechas por su personaje, Tree Gelbman, no son tan despreciables como las perpetradas por Earl en la serie.
Lo cual, no quita que en primer instancia, que Tree sea bastante antipática y estúpida con todo el mundo, el mensaje que nos transmite la película, es que hay que intentar ser mejor persona cada día, con nosotros mismos y con los demás. Con cada nuevo día, Tree no solamente intenta sobreponerse y sobrevivir a la peligrosa situación de que un asesino en el campus quiere asesinarla. Su misión es averiguar la identidad del mismo y a medida que sus intentos son frustrados, ella se va volviendo mejor persona.
La historia tiene una parte romántica pero no afecta al ácido humor que utiliza la película para ridiculizar las situaciones más típicas de una relación amorosa que la guapa actriz protagoniza junto a Israel Broussard, en el papel de ligue de una noche. Éste acaba ayudando a Tree en menesteres de supervivencia. A nivel de trama, la película es sencilla, pero sabe jugar bien sus cartas y despistar al espectador con varios sospechosos muy descartables en la segunda mitad del film.
En definitiva es una película que sin aportar nada nuevo ni reinventar nada, combina el slasher, la comedia ácida y el género fantástico con mucha solvencia. Happy Death Day es por definición la película perfecta para ver sin demasiadas expectativas y que conduce al espectador a pasar un rato de lo más entretenido que puede ofrecer a estas alturas una comedia de horror teen ambientada y desarrollada como si la hubiesen hecho en plena década de los 90.
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