AÑO: 2012
DURACIÓN: 94 min.
PAÍS: Reino Unido
DIRECTOR: Jon Wright
GUIÓN: Kevin Lehane
MÚSICA: Christian Henson
FOTOGRAFÍA: Trevor Forrest
REPARTO: Richard Coyle, Ruth Bradley, Russell Tovey
PRODUCTORA: Coproducción Reino Unido-Irlanda; Forward Films / High Treason Productions / Samson Films
Un idílico pueblecito pesquero irlandés está siendo invadido por monstruos de gigantescos tentáculos que vienen desde las profundidades del mar. Pronto descubrirán que a las criaturas no les gusta el sabor que les da a las personas el alcohol con lo que para enfrentarse a ellas y sobrevivir deberán pasarse el mayor tiempo posible borrachos.
El cine proveniente de Reino Unido, en éste caso, concretamente de Irlanda, está pegando fuerte en los últimos años. Este año hemos tenido en el Festival de Sitges 2012 varias obras del país anglosajón que sin duda merece la pena ver, como Sightseers o Tower Block, que junto a la aquí presente, se suman a otras de la anterior edición como Attack the Block o Inbred.
Dirigida por Jon Wright, que yo sepa ningún parentesco guarda con Edgar Wright, el director de Arma fatal, sin llegar a la genialidad de éste, tampoco tiene nada que envidiarle.
Después de dirigir tres cortometrajes y el largometraje Tormented, fácilmente olvidable y poco resultón, influenciado por El tren del terror. Jon Wright regresa con un film bastante simpático y divertido. Con guión de Kevin Lehane, que firma con Grabbers su primer trabajo de múltiples paginas, anteriormente solo había escrito guiones para algunos cortometrajes.
Grabbers es una de esas películas que después de ver el tráiler no daba dos duros por ella, la vi en la maratón del último día por simple curiosidad. Al igual que muchas veces los tráilers consiguen engañarnos positivamente, también lo pueden hacer negativamente, aunque esta no sea su intención.
Lo que a primera vista más resintió mi retina, al visionar dicho avance, fueron los efectos digitales, los encontré algo paupérrimos y poco elaborados. Pero las apariencias engañan y una vez visto en el contexto de las escenas de la película, han sabido disimular bastante acertadamente las texturas CGI, integrando algún que otro efecto clásico.
Se supone que la forma de acabar con los pulpos gigantes provenientes de vete a saber tú que galaxia lejana, es la sorpresa del film. Con alcohol, una forma un tanto original de llevar a cabo una tarea tan tópica y desgastada, en un sector del género fantástico bastante resentido en este aspecto, no deja de ser un soplo de aire fresco. Un as en la manga que han decidido no guardarse para sorprender al espectador, sino que lo han usado directamente como reclamo para éste.
La forma en que los protagonistas descubren dicha arma, como suele ser habitualmente en estos casos, es accidentalmente. Así, que deciden ingerirlo para auto protegerse, la diversión para los protagonistas está asegurada, se pegan la fiesta padre. Pero los espectadores también, viendo hacer locuras a éstos con cada vez más grados de alcohol en vena, una combinación que aportará divertidos momentos al film. Como la convocatoria de la fiesta en la iglesia o la aparición de algunos lugareños brindando durante dicha fiesta.
La película empieza con la típica llegada del bicho en forma de asteroide, aunque en ningún momento se nos dan explicaciones del motivo por el que han venido, como buenos fans del género fantástico ya presuponemos que lo que quieren es invadir la tierra, un cliché en toda regla delque no hace falta explicación. Realmente no es una cinta centrada en las invasiones extraterrestres, sino más bien, como los propios y peculiares lugareños del pueblo costero Irlandés, solventan la situación sin ayuda externa de corporaciones y entidades gubernamentales. La historia se centra en como destruirlos, conducida por un hilo argumental que se mueve entre los tópicos del thriller y la comedia romántica, aderezado con algunos momentos de humor negro, un tanto descafeinados, pero igualmente efectivos.
Encontramos influencias a films como Mal gusto de Peter Jackson, Gremlins 2 o la propia Arma fatal en la relación laboral de sus dos protagonistas principales, el policía de ciudad disciplinario y el descuidado agente de la ley que vive absorto de problemas en un tranquilo pueblo.
Ciarán O'Shea y Lisa Nolan, interpretados por Richard Coyle y Ruth Bradley son los que llevan al protagonismo de la historia, pero sin toda la cantidad de extras que conforman el pueblo, dentro de la ficción, no sería tan efectivamente creíble.
Richard Coyle hace un papel en Prince Of Persia, la versión cinematográfica del juego de plataformas. Única y desconocida referencia que tengo de dicho actor, así que no prejuzgaré sus dotes artísticas. Su personaje se mueve por la tragedia familiar, motivo que lo lleva a sumirse en la bebida y exagerar sus acciones cuando va ebrio, aunque su actuación es natural y creíble. Ruth Bradley ha trabajado mayormente en series televisivas y algún trabajo como Flyboys o In Her Skin, desconocidas para un servidor. Su interpretación es más que correcta, salvo en los momentos de borrachera, que se ve algo forzada, pero aporta momentos muy graciosos.
En papeles un poco menores tenemos a Russel Tovey, o Bronagh Gallagher. Tovey también aparece en Tower Block, proyectada este mismo año. En Grabbers interpreta al Dr. Adam Smith, el médico del pueblo y nulas dotes científicas, bastante necesarias para solventar dicha invasión alienígena. Por suerte, gracias a un lugareño de raíces puramente irlandesas descubrirán el remedio contra las criaturas.
Bronagh apareció escuetamente en Pulp Fiction de Tarantino, aquí realiza el papel de Una Maher, lugareña y esposa/novia del tabernero. Papel bastante secundario, pero notable por encima del resto de extras, que tan solo tienen algunos segundos de gloria, como la vieja que brinda como si estuviera levantando la espada de Excalibur.
Christian Henson ha orquestado piezas tan diferentes, en género, como Black Death, Triangle o Desmembrados. Henson compone un score muy adecuado en cada momento, que junto al apartado sonoro muy propio de serie B, pero sumamente correcto, ensalza el film a momentos dinámicos sin caer en el ostracismo.
El único pero que le pondría a la cinta, en algunos momentos del film, es la recuperación de los actores de su estado de embriaguez en los momentos de tensión, para recaer en el mismo estado en cuestión de segundos. Pero el conjunto es sencillamente cumplidor y divertido para los que busquen un film sin más pretensiones interpretativas, argumentales o pamplinas varias.
Puntuación

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