TÍTULO ORIGINAL: American Mary
AÑO: 2012
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: Canadá
DIRECTOR: Jen Soska, Sylvia Soska
GUIÓN: Jen Soska, Sylvia Soska
MÚSICA: Peter Allen
FOTOGRAFÍA: Brian Pearson
REPARTO Katharine Isabelle, Julia Maxwell, Antonio Cupo, Connor Stanhope, Paul Anthony, Paula Lindberg, Twan Holliday, Sierra Pitkin, Rikki Gagne, John Emmet Tracy
PRODUCTORA: Coproducción Canadá-EEUU
Katharine Isabelle interpreta a la estudiante de medicina Mary Mason, la cual, atraída por el dinero, se va introduciendo cada vez más en el oscuro mundo de la modificación del cuerpo y las cirugías ilegales, donde los obsesionados artistas pagan cualquier cosa y sufrirán cualquier dolor para conseguir sus inusuales procedimientos. Pero Mary no tardará en darse cuenta que su nueva profesión deja más marcas en su propia psique que en su anormal clientela.
Jen Soska y Sylvia Soska, menudo arranque que se han marcado estas dos hermanas gemelas, que tras años de leer novelas de terror y dirigir algunos cortometrajes dan el salto a la gran pantalla con esta interesante película, e incluso se permiten hacer un buen cameo en la película.
La cinta está protagonizada por Katharine Isabelle que formaba pareja de licantropía junto a Emily Perkins en la simpática Ginger Snaps. También ha trabajado en un papel menor junto a Christopher Nolan en Insomnio. Lo cierto no podrían haber elegido mejor actriz para interpretar semejante papel, ya que tiene experiencia en papeles perturbadores. Aquí interpreta a Mary Mason una estudiante de cirugía, la mejor de su promoción, a pesar de no contar con experiencia. Desde el primer momento enamora, física e interpretativamente, aunque en el rol de su personaje no fuera demasiado adecuado tener una relación con ella.
Mason que sufre un abuso sexual por parte de uno de sus cirujanos cuando está en prácticas, desata la furia oculta en su interior. A partir de ese momento la situación ira in crescendo, visualmente no es tan bizarra como los fans del terror esperábamos. Pero para mí cumple bastante bien la parte sanguinolenta que esperaba, como mínimo.
La historia se compone de una subtrama, en la que el dueño del garito tendrá una parte importante que ver en la transformación de Mason, qué se convertirá en una experta cirujana del dolor. Las hermanas Soska narran la historia de una dulce joven y el satanás que todos llevamos dentro, que puede aflorar en cualquier momento, volviendo al sujeto frio e impasivo. Y el como una situación traumática, en este caso el abuso sexual, despierta esa maldad. Es un oculto reflejo de cómo se pasa de la pubertad a ser adulto, abandonando toda inocencia.
Puede decepcionar a los que esperan una película más sanguinaria y bizarra, los fans del terror estamos demasiado curtidos, como para que algunos miembros amputados, lenguas bífidas o modificación corporal nos afecten o escandalice. Claro, que no estamos ante una película para el público comercial.
Igualmente la película no deja de ser grotesca, lo único que juega en su contra es un final demasiado precipitado y resuelto de un plumazo, la historia está bastante bien elaborada como para dar el carpetazo al asunto de esa forma, no hace justicia ni al personaje ni a la película, después de las molestias que se toman en la construcción y evolución de Mason se merecía un final algo más turbio y escandaloso. Un final que se echa en falta después de todo lo sucedido durante la película.
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