TÍTULO ORIGINAL: The Reef
AÑO: 2010
DURACIÓN: 100 min.
PAÍS: Australia
DIRECTOR: Andrew Traucki
GUIÓN: Andrew Traucki
MÚSICA: Rafael May
MONTAJE: Peter Crombie
EFECTOS VISUALES: Andrew Traucki, Doug Bayne
REPARTO: Adrienne Pickering, Gyton Grantley, Damian Walshe-Howling, Zoe Naylor, Kieran Darcy-Smith
PRODUCTORA: Lightning Entertainment
El director Andrew Traucki vuelve este año en el festival de Sitges 2010 con otra propuesta de cine de supervivencia. Repite la misma formula del 2007 con la película del cocodrilo Black Water, pero esta vez, parece suplir los defectos de la anterior. La temática es similar y ambas están basadas en hechos reales. En esta ocasión el peligro viene de las profundidades del océano en forma de tiburón blanco. La anterior película estaba escrita y co-dirigida con David Nerlich, en esta ocasión Traucki se hace cargo de la dirección y del guión. Ambas películas son la misma temática, solo que por las criticas de su anterior film, en The Reef a subsanado los errores y rellenados los huecos vacíos a lo que guión se refiere.


MONTAJE: Peter Crombie
EFECTOS VISUALES: Andrew Traucki, Doug Bayne
REPARTO: Adrienne Pickering, Gyton Grantley, Damian Walshe-Howling, Zoe Naylor, Kieran Darcy-Smith
PRODUCTORA: Lightning Entertainment
Un grupo de amigos de visita a "Great Barrier Reef", el arrecife de corales más grande de todo el mundo en Australia, pero su embarcación vuelca y deciden nadar hasta la costa cuando un tiburón blanco les empezará a perseguir. En mitad del océano, uno de ellos decidirá permanecer sobre la quilla mientras los otros cuatro intentarán alcanzar la costa a nado.
El director Andrew Traucki vuelve este año en el festival de Sitges 2010 con otra propuesta de cine de supervivencia. Repite la misma formula del 2007 con la película del cocodrilo Black Water, pero esta vez, parece suplir los defectos de la anterior. La temática es similar y ambas están basadas en hechos reales. En esta ocasión el peligro viene de las profundidades del océano en forma de tiburón blanco. La anterior película estaba escrita y co-dirigida con David Nerlich, en esta ocasión Traucki se hace cargo de la dirección y del guión. Ambas películas son la misma temática, solo que por las criticas de su anterior film, en The Reef a subsanado los errores y rellenados los huecos vacíos a lo que guión se refiere.

No hay mucho misterio en el planteamiento, un grupo de personajes que quedan a merced de su suerte, aunque su suerte puede cambiar de dirección en cualquier momento, al igual que la corriente del océano y a base de dentelladas, desaparecer para siempre. La presentación de los personajes está bien, pero al definir sus motivaciones y personalidades, en seguida queda claro quienes son los candidatos a supervivientes. La duración de la película está ligeramente por encima de lo normal, pero la verdad es que no llega al punto de aburrir. También es cierto que hay que poner algo de tú parte para involucrarte en la situación, pues el ritmo de la acción es continuo pero no frenético. Algo que también ocurrió el año pasado con películas como Paranormal Activity, si como espectador no entras en el juego te alejarás muy rápido de la película y se puede hacer muy pesada.

Como en su anterior trabajo, tenemos a pocos actores y cada vez van quedando menos. La cuestión es que las actuaciones en The Reef están logradas y son creíbles, las reacciones y emociones están interpretadas con intensidad. Lo que más destaca de la película son los planos acuáticos y las vistas aéreas en mar abierto. Muchos planos están pensados en visión subjetivas y la verdad, que en conjunto con la banda sonora, consigue inquietar y hacerte sentirte en la piel de los personajes. Pero como ya he comentado antes, la película tiene sus limitaciones y hay que poner de nuestra parte y no tener prejuicios. Para las tomas acuáticas se utilizó un tiburón de verdad, pero salvo una ocasión, cuando el tiburón se acerca hacia los personajes, la acción es algo floja. Se consigue tensión pero falta chicha o mayor implicación en mostrar algo impactante, esto no quita que se consiga una buena sensación de tensión y expectación. Las imágenes están muy bien rodadas y está montado con tanto realismo, que como algo cinematográfico queda insulso. No es una mala película, mejora aspectos respecto a la anterior, pero sigue siendo muy fácil de olvidar.
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