TÍTULO ORIGINAL : The Possession of David O'Reilly
AÑO :2010
DURACIÓN :87 min.
PAÍS : Reino Unido
DIRECTOR: Andrew Cull
GUIÓN : Andrew Cull
MÚSICA : Steve Isles
FOTOGRAFÍA : Nic Lawson
REPARTO : Giles Alderson, Francesca Fowler, Zoe Richards, Nicholas Shaw
PRODUCTORA : Authentic Films
Filmada como un documental, relata los terribles acontecimientos ocurridos en el hogar de una joven pareja de Londres ante una presencia demoníaca.
No hay lugar a dudas que la era digital es funcional y dinámica para realizar películas con el mínimo presupuesto. Y muchos son los que se apuntan a esta moda trás el éxito de unos pocos. Ahora bien, un guión consistente no se construye con una cámara digital, se sigue haciendo de forma tradicional, pensando una buena idea, no siempre original, pero como mínimo desarrollándola de una forma correcta.
Este no es el caso, desde el primer momento la cosa no va por buen camino. La idea inicial es que los protagonistas, una joven pareja, tienen una webcam para grabar lo que pasa durante su ausencia. A todo esto reciben la desesperada visita de un amigo que dice haberse peleado con su novia, pues le pone los cuernos. El guión juega al thriller dando pistas que apuntan que éste la ha asesinado.
A partir de ese momento que no han pasado apenas diez minutos de película, la situación empieza a caer enpicado. La sobreactuación de este "invitado" es de pena, para nada resulta creíble. Éste afirma que lo persiguen unos demonios que vienen a por él para llevárselo al infierno. El argumento resulta ser una mezcla de REC, The Descent (por los bichos) y Paranormal Activity, pero incluso esta última siendo totalmente sobria, tenía más tensión y producía mal rollo, al menos a un servidor.
Este tipo de cine cámara en mano tiene tantos detractores como fans. Tiene su lado bueno, disimula los fallos con gran facilidad pero "logisticamente" es más complicado de rodar, un plano fijo lo puede hacer cualquiera. Mover la cámara requiere algo más de destreza y O'Reilly no la tiene.
La falta de un atisbo de luz en las supuestas secuencias terroríficas, no hace más que empeorar todo el conjunto, aunque a esas alturas ya no hay aspecto técnico que pudiera arreglar el zafio guión. Terror en estado puro, no, un engaño con mayúsculas. Los demonios son de vergüenza ajena, un tío con una manopla por el resquicio de una puerta, además de desperdiciarlos totalmente. Los sustos, golpes y ruidos de la casa no dan ningún mal rollo, cosa que en Paranormal Activity, al menos a un servidor si que le dieron. Totalmente omitible.
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