
TÍTULO ORIGINAL: White Dog
AÑO: 1981
DURACIÓN: 89 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Samuel Fuller
GUIÓN: Curtis Hanson & Samuel Fuller (Novela: Romain Gary)
MÚSICA: Ennio Morricone
FOTOGRAFÍA: Bruce Surtees
REPARTO: Kristy McNichol, Paul Winfield, Burl Ives, Jameson Parker, Lynne Moody, Marshall Thompson, Christa Lang, Paul Bartel, Dick Miller, Samuel Fuller
Cuando era un niño pude ver esta película (posiblemente incluso en formato Beta!) y de alguna forma siempre la había recordado, hasta que gracias a las maravillas de internet he podido recuperarla y escribir esta reseña:
Todo empieza cuando una joven actriz llamada Julie Sawyer (Kristy McNichol) atropella por accidente a un perro pastor alemán de pelaje blanco, lo lleva a un veterinario para que curen sus heridas y después con la ayuda de su novio colocan carteles para encontrar a su legitimo dueño. Como nadie lo reclama, la joven se siente responsable del animal después de lo sucedido, y aunque al principio se muestra reacia a la idea de quedarselo, poco a poco se va estableciendo una conexión con el animal hasta que cede. Lo que la joven no sabe y no tardará en descubrir, es que su nuevo compañero blanco ha sido adiestrado para "cazar" personas de raza negra.

El ya entonces veterano director Samuel Fuller (1912 - 1997) que había tocado con anterioridad temas sociales, dirigió Perro Blanco en 1981, adaptación de la novela de Romain Gary para la que contó con la ayuda en el guión de Curtis Hanson (futuro director de L.A. Confidential). La película se ganó la fama de controvertida en la época de su estreno debido su tema principal, que supuso un gancho directo a la mandíbula de una sociedad (la americana) que aun venía arrastrando conductas racistas muy arraigadas desde el pasado de su historia. Es verdad que la película funciona perfectamente como certera y dura alegoría en contra del racismo al personificar el odio y los prejuicios del hombre en el perro blanco protagonista, pero lo bueno del tema es que también funciona como buen "thriller" por lo que no se queda únicamente en una monótona muestra de denuncia social. El desarrollo mantiene muy bién el ritmo y el suspense mientras vamos descubriendo junto a la protagonista los "instintos" que han inculcado a su nuevo compañero y cuando se nos muestran los ataques del perro blanco, el director lo hace de una forma bastante violenta supongo que para dejar más claro el mensaje y la relación violencia/racismo.

El verdadero protagonista de la película es el hermoso pastor alemán blanco del que se puede decir que cumple muy bién con su papel, aunque supongo que aquí hay que compartir el mérito con sus entrenadores por el excelente trabajo realizado. Cuando Julie presencia por primera vez el ataque del animal hacía una de sus compañeras de trabajo, al principio piensa que se trata solo de un perro adiestrado para el ataque y que por lo tanto puede sufrir brotes violentos, Julie se niega a sacrificar al animal como le aconsejan ya que piensa en que se le puede "reeducar" para convertirlo en un perro normal e impulsada por este deseo llegará a un "centro de adiestramiento" que es donde conocerá a un especialista en adiestrar animales peligrosos interpretado magistralmente por el actor de raza negra Paul Winfield.
Una vez se sabe la verdad sobre el perro blanco la película cobra un nuevo interés, aunque la solución más lógica parece ser sacrificar al animal el adiestrador acepta el desafío de intentar reeducarlo en un tiempo determinado, transcurrido el cual él mismo lo matará si no ha conseguido su objetivo. El duelo entre el perro blanco y el adiestrador es de lo mejor de toda la película, la relación que se establece entre los dos resulta de lo más interesante y consigue mantener la tensión, además el actor Paul Winfield consigue dar credibilidad a un personaje muy intenso que llega a asumir este reto como algo personal. El director pone también a debate otro interesante tema como es la pena de muerte o la posibilidad de reinserción del homicida, sobretodo cuando como en este caso y como bien dice Julie "a quién deberían matar es a sus dueños". A Destacar también la dura crítica final cuando conocemos la identidad del legítimo dueño del animal (otro duro golpe a la sociedad americana) y el tremendo desenlace de la película con un claro mensaje: La violencia y el racismo solo conducen a la locura.

La BSO obra del omnipresente Ennio Morricone cumple su función con solvencia como es costumbre, ayudando a transmitir al espectador incluso los sentimientos que pasan por la cabeza del perro, víctima del hombre blanco, al fin y al cabo.
Cuando vi esta película siendo pequeño seguramente no fui consciente de la mayoría de estos temas por motivos lógicos, pero tengo que decir que de alguna forma siempre que he oído hablar sobre películas con "perro asesino" mi subconsciente me ha hecho recordar, aunque de forma muy borrosa, la historia del perro blanco. Ahora una vez revisionada la película me doy cuenta de lo certera que resulta su crítica, y el saber que la historia esta basada en hechos reales y en otras épocas no tan lejanas el hombre llegó a cometer este tipo de actos inculcando su odio a un ser inocente que nace sin maldad para convertirlo en un monstruo, resulta, cuanto menos, aterrador.
COMMENTS