
AÑO: 2009
DURACIÓN: 96 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Sam Raimi
GUIÓN: Sam Raimi, Ivan Raimi
MÚSICA: Christopher Young
FOTOGRAFÍA: Peter Deming
REPARTO: Alison Lohman, Justin Long, Lorna Raver, David Paymer, Dileep Rao, Reggie Lee, Adriana Barraza
PRODUCTORA: Universal Pictures / Ghost House Pictures / Mandate Pictures
La joven Christine Brown (Alison Lohman), ambiciosa apoderada de un banco de Los Ángeles, sale con un hombre encantador, el profesor Clay Dalton (Justin Long). El trabajo de Christine consiste en conceder préstamos hipotecarios. Un día la señora Ganush, una misteriosa anciana (Lorna Raver), va al banco para pedirle una moratoria, pero Christine se la niega, y la señora Ganush pierde su casa. La anciana decide entonces vengarse lanzándole una maldición que convierte su vida en un infierno. Ante la incomprensión de su escéptico novio, Christine busca la ayuda de un vidente (Dileep Rao) para salvar su alma de una condenación eterna. Intentando ayudarla a recobrar una vida normal, el vidente la guía en una frenética carrera para conjurar el hechizo. Pero las fuerzas del mal se acercan y Christine debe enfrentarse a algo impensable.
Arrastrame al infierno, el retorno al cine de terror de Sam Raimi, el director de nada más y nada menos que la trilogía de Evil Dead y películas como Darkman. Se podría decir que Raimi no dirigía una autentica película de terror desde su lejana Army of Darkness, allá por 1992, ya que no contaré aquí su Premonición del año 2000, que aunque contiene elementos comunes no me parece una película de género, el resto de la historia todos la conocemos. Raimi ha ocupado casi una década con la saga de Spiderman, así que estamos hablando de la friolera de 17 años en los que Raimi no había vuelto a dirigir una película de TERROR.

Como podéis ver un argumento, simple, nada original y que bien podría recordar a una de las historias cortas estilo Tales from the Crypt. Pero es aquí donde Raimi demuestra su talento al no necesitar nada más para mantener su particular función en pie.
La película se mantiene y lo más importante, entretiene, gracias al ritmo que Raimi sabe imprimirle y que no permite que la función decaiga en ningún momento, sobre todo a base de una buena dosis de sustos muy bien paridos y encajados, y también, con una gran cantidad de humor negro acompañado de unos cuantos guiños que los fans de toda la vida sabremos disfrutar.

Así pues, estamos ante una película que nos ofrece dosis equitativas, tanto de terror como de comedia, en ocasiones incluso decantándose más por el lado cómico, como ya ocurriera con Evil Dead 2 ó Army of Darkness, algo que puede no ser del gusto de todo el mundo, pero que personalmente, exceptuando alguna broma aislada no me pareció nada mal. Aunque quizá, sí que pueda achacarle la utilización de efectos CGI un tanto cutres, para resolver ciertas situaciones que pueden rozar un poco lo ridículo.

Resumiendo, en mi opinión un aprobado para el esperado retorno de Sam Raimi al terror, que si bien, no nos va a devolver al Raimi de Evil Dead, lamentablemente algo imposible. Si que nos regala un entretenimiento puro y duro, con ese sabor de serie B orgullosa de serlo y que tanto se agradece. Lo suficientemente alocada y desprejuiciada como para hacernos desconectar durante un buen rato del verdadero terror cotidiano, y dejarnos arrastrar de la mano de Sam Raimi con esta divertida comedia terrorífica.
Puntuación


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