
AÑO: 1999
DURACIÓN: 92 Minutos
PAÍS: Canada
DIRECTOR: Karim Hussain
GUIÓN: Karim Hussain
MÚSICA: Teruhiko Suzuki
FOTOGRAFÍA: Karim Hussain
REPARTO: Brea Asher, Christopher Piggins, Eric Pettigrew y Ivaylo Founev
PRODUCTORA: Mitch Davis
Karim Hussain nos transporta en un viaje a esos oscuros y recónditos pensamientos de la mente, sin argumento coherente cada imagen y cada frase nos deleita visualmente o castiga neuralmente (según se mire) con esta epopeya bizarra que trata sobre el control de los dos hemisferios de la mente, izquierdo y derecho.
Ken Russell ya intento algo parecido con Altered States en 1980, aquí rebautizada como Viaje Alucinante al Fondo de la Mente. Aunque al menos, dentro de ciertos parámetros, la obra de Russell tenía un argumento más coherente que la obra aquí presente, claramente orientada mucho más hacia los deseos sexuales bizarros. Lo cual, la convierte en una obra mucho más oscura y próxima a la degeneración sin precedentes.
Dividida en dos historias con el propósito de tratar ambos hemisferios de la mente, ese es el único planteamiento lógico del film. Imagen tras imagen con una iluminación calcada a Inferno de Darío Argento, donde a base de luces rojas y azules el cineasta convierte los planos en una exposición de arte bizarro y grotesco, antes que en propias secuencias cinematográficas.
La manera de mover la cámara también está influenciada por el género Giallo, con primeros planos de cuchillos, agujas, bisturís etc. Aunque, también tiene momentos totalmente contrarios, con planos desenfocados y psicodélicos, similares a los primeros minutos de Irreversible de Gaspar Noé.
La banda sonora inspirada claramente en las películas de zombis de Lucio Fulci, se vuelve más psicodélica a medida que avanza la degeneración visual.
En su primera parte, la historia carece de diálogos. Narrada por una voz en off, nos relata la relación de un sociópata con su hermana embarazada, ésta será asistida en el parto por su propio hermano, es evidente que la cosa no acabará bien.
Los efectos especiales son bastante cutres, sobre todo en su primera parte, mucho más efectiva la narración que las imágenes. Por momentos da la sensación de estar leyendo un libro.
Después de esta enfermiza primera parte, pues como bien he dicho, la cinta se divide en dos. Karim nos da con un canto en los dientes con una escena de diez minutos de puro arte bizarro, que no guarda relación alguna con ninguna de las dos historias.
Y si hasta este justo momento no has entendido nada, prepárate, por que en la segunda historia el poco sentido adquirido en la primera, deja de tenerlo para pasar a un collage de masturbaciones, orgías vampíricas con Jesucristo y miembros masculinos torturados como en Hellraiser.
En fin, más vale desconectar las neuronas si no queremos acabar convirtiéndonos en un asesino en potencia encerrando adolescentes de quince años en un sótano.
Solamente me queda advertir que aunque mi puntuación y crítica son favorables, no sería una cinta que volviese a ver. Únicamente la recomiendo a los amantes de lo grotesco, bizarro y sin sentido.
Puntuación


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