TÍTULO ORIGINAL: The Last Boy ScoutAÑO: 1991
DURACIÓN: 105 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Tony Scott
GUIÓN: Shane Black (Historia: Shane Black & Greg Hicks)
MÚSICA: Michael Kamen
FOTOGRAFÍA: Ward Russell
REPARTO: Bruce Willis, Damon Wayans, Chelsea Field, Noble Willingham, Taylor Negron, Danielle Harris, Halle Berry, Joe Santos, Bruce McGill, Kim Coates, Chelcie Ross, Tony Longo
PRODUCTORA: Geffen Pictures / Silver Pictures
Joe Hallenbeck (Bruce Willis) es un detective privado en un pozo sin fondo, despedido del servicio secreto, su matrimonio destruido y su pesimismo por la vida. Se vera envuelto junto al ex-jugador de fútbol americano Jimmy Dix (Damon Wayans) en un caso de corrupción política, ambos unirán sus fuerzas en este complejo caso, donde nada es lo que parece.
Hablar de Bruce Willis es sinónimo de John McClane, y yo me pregunto ¿por qué nadie recuerda a Joe Hallenbeck? en El último Boy Scout de Tony Scott. Parece ser que solo unos pocos lo hacemos, esta película ha caído en el olvido, debido al éxito de La jungla de cristal y la verdad no tiene nada que envidiarle a ésta.
La película nos presenta a un Bruce Willis con un aspecto lamentable, un registro usado anteriormente en La jungla de cristal, y que Scott se ayuda de ello, pero esta vez más autodestructivo consigo mismo. La principal diferencia entre ambas reside en que McClane trabaja solo y en El último Boy Scout, Hallenbeck lo hará junto a Dix (Damon Wayans).
Entre ambos personajes existe una relación amistad-odio que nos brindará algunas de las situaciones con más humor negro dentro del cine de acción. Y que cuatro años más tarde sirvió de inspiración a John McTiernan en la tercera entrega de La jungla de cristal, con un mano a mano muy similar, llevado a cabo por Bruce Willis y Samuel L.Jackson. Las condecoraciones en el papel de malo se las lleva Milo (Taylor Negron), tampoco tiene nada que envidiarle a Hans Gruber de la jungla.
Con efectos de la vieja escuela, no hay sitio en esta película para los efectos digitales. La trama está bien elaborada, gracias a un sólido guión lleno de sarcasmos y tacos sobre todo en las frases de Hallenbeck y su hija. Es cierto que por momento abusa de palabras mal sonantes, pero yo no espero profundidad y momentos filosóficos en este tipo de películas. Willis es sinónimo de matar, matar y matar, y ésta cumple con ello. Como curiosidad tengo que mencionar el baile de una joven Halle Berry es impresionante.
Puntuación





















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