Nos remontamos al año 2007 para destacar una producción que llegaba desde tierras gabachas, A l’Interieur. Dirigida por Alexandre Bustillo y Julien Maury, el tándem de noveles directores dieron un buen repaso al género de terror con una película de extrema sencillez. pero de una gran contundencia en su versión unrated, en la que deleitaron al fan del género.
Cuatro años más tarde presentaron Livide, su segundo trabajo. Las altas expectativas, pudieron influir, pero con este trabajo dejaron constancia de sus intenciones. Livide fue, bajo mi punto de vista, una carta de presentación para entrar al mundo de Hollywood. Es indiscutible que la película tenía una factura técnica impecable, pero simplemente eso.
Una madre decide quitarse la vida antes que seguir viviendo con su monstruoso hijo. Años más tarde, tres amigos cometerán el error de adentrarse en el estudio de cine abandonado donde vive la bestia, que hará todo menos dejarlos tranquilos.
Es una lastima, porque restando el gratuito e injustificado prólogo, la primera parte de la película ampliamente influenciada por el film Cuenta conmigo de Rob Reiner, hace del film algo muy interesante. La presentación de los tres personajes principales, Tom, Victor y Dan es factible y empatizas muy bien con ellos. Interpretados por Zacharie Chasseriaud, Théo Fernandez y Damien Ferdel, respectivamente, hay que decir que sin interpretaciones antológicas, realizan una buena labor ante la cámara. La actriz francesa fetiche de Bustillo y Maury, Beatrice Dalle hace una aparición al principio de la película metida con calzador, meramente anecdótica para los conocedores de los anteriores trabajos de Maury-Bustillo.
Pasada esa parte, el film da un vuelco y tenía bastantes números para ofrecernos un notable film de terror, muy influenciado por La matanza de Texas, todo sea dicho. Finalmente la película hace gala de una ausencia total de carisma en las distintas situaciones, sin mencionar la que no tiene el asesino o la violencia gratuita e injustificada que en cualquier preciado slasher, existe de forma más o menos coherente. Pero aquí la motivación de los personajes no es inducida por un solvente guión, éste se sacrifica en pro del apartado visual, que como ya he dicho, es algo que parece el punto fuerte de ambos directores.
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